Nuestras recetas básicas fueran perfeccionadas durante cerca de 900 años por las generaciones de hermanas cistercienses. En Medioevo cerveza era la raison d’être de la gran mayoría de las abadías. Las instrucciones indispensables para fermentación de la cerveza y obtener su sabor delicioso fueran protegidas por el patente de las hermanas y hermanos de monasterios.
En aquellos tiempos cerveza era una alternativa sana al agua. Suplía los trabajadores a energía y prevenía contratación de las enfermedades trasmitidas por el agua, cómo el proceso de calentar usado en las cervecerías eliminaba todos organismos que ali se pudieran encontrar.
Este facto tornó cerveza en el fondo de las actividades económicas de las abadías que comenzaran a vendela para soportar su existencia.
En el fin del siglo XVIII debido a revolución francesa (1789-1815) muchas cervecerías de abadías fueran cerradas o destruidas. Después del año 1880 recomenzaran sus actividades. En el fin del siglo XIX en la Bélgica entera crecían las nuevas cervecerías con sus cervezas propias. La arte de la fermentación de cerveza está popularizada en el mundo entero, y cervezas monasteriales junto con las cerveza bélgicas particulares ganaran respecto por su sabor singular.